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lunes, 6 de junio de 2011

El laboratorio de blanco y negro de Photo Linterna Mágica





Algunas veces creo que debería de eliminar mi laboratorio de blanco y negro, me siento rara que me pregunten por químicos y cuestiones de impresión.
Sí he llegado a pensar en eliminar el laboratorio porque mi percepción es que la gente esta interesada más en la fotografía digital que en los procesos análogos,
¿A quién le puede interesar en pasar un par de horas en imprimir una solo fotografía? ¿En saber las diferencias de los tipos de reveladores entre un D-76 y un HC-110? ¿o la diferencia entre un papel de fibra y de uno de resina?
Durante algunos años me dediqué a imprimir ajeno, a coleccionistas, museos y galerías o aquellos que lo solicitarán, así logre volverme en una experta, logré imprimir mis imágenes con el tono y calidad que yo deseaba, me sentía única al imprimir mi trabajo, pues nadie lo podía hacer como yo quería.
Con el tiempo me entere que algunos colegas estaban desapareciendo su laboratorio y que conforme pasará el tiempo seríamos muy pocos los que hacemos impresión fina.
Mi proyecto no es por una cuestión de conservación o de reliquia, en mi caso, me interesa conservarlo por mi trabajo personal y porque muchos de mis proyectos me vínculo con la historia de la fotografía y por lo tanto considero importante hacer hincapié en los acabados de las imágenes, tienen que parecer antiguas.
Ahora, realizo colodión húmedo, no dejo de maravillarme y asombrarme ante estas técnicas antiguas, llenas de magia e imaginación. Tal vez por eso me siguen buscando para aprender a revelar e imprimir, justo hoy en la tarde me hablo un señor preguntando si aquí, en el taller, revelamos todavía de manera “antigüita” tal vez sigo siendo única y no me he dado cuenta de eso.