No hay nada que entender

Cuando colgué el teléfono, me solté a llorar.

Lloré porque no sabía que decirte en ese momento, lloré por lo mal que nos podemos sentir y no somos capaces de reconocer.

Lloré por todo mi dolor acumulado, por todos los muertos y desaparecidos, por sentirme tan frágil y con miedo.

Tanto que me has ayudado y en ese momento no pude ayudarte.

Pero que te puedo decir? Que me duele vivir aquí en México, hay heridas que yo creía que ya estaban cerradas y hay fotografías que no me atrevo a hacer.

Qué me preguntó todos los días sí hice lo correcto.

Que yo ni los conocía y que me dolió lo que les sucedió.

Que me avergüenza vivir aquí.

Qué te puedo decir para que te sientas mejor?

Que duele, sí, a mí también me duele, pero creo que es parte del crecimiento, pero para qué crecer sí ya estamos grandes?

Entonces, para que seguir fotografiando? Para no olvidar, según recuerdo me enseñaste. Pero si lo que yo quiero es olvidar.

Qué si los he visto? No, no recuerdo a tantos.

Quieres que te cuente que me paro frente a los anuncios, tratando de memorizar todos los datos: Nombre, sexo, edad, tez, ojos, cabello, estatura y ropas que vestían.

Había trabajado tanto que me desesperaba no tener las imágenes que yo quería, hace seis meses que no tomo ninguna fotografía y no me importa para nada.

Pero, qué crees? He regresado, como en aquella época que estuve 3 meses en depresión, recuerdas que ni siquiera me podía levantar de cama.

Aquí estoy otra vez, resolviendo mi vida y mi obra. Te conté que mi trabajo me hace sentir viva.

Te conté que soñé con él y me susurraba al odio que tenía que vivir intensamente. Acaso te conté todo esto?

Ayer cuando caminaba por la calle me encontré muchas flores de un funeral afuera de un edificio.

Pensé que las habías sacado porque me dijiste que le daba asco el olor a muerte. Pensé que estaba viéndolo con mis propios ojos, pero eran de otra persona, de otro muerto.

Y no entendí nada, pero al final entendí, que no había nada que entender y debía de vivir intensamente.